Koolhaas revolucionó en muchos campos la arquitectura pero ha evolucionado hacia la generación un pensamiento negativista y cínico que hoy debemos rechazar y superar. Se opina que intentando matar a Koolhaas se trata de aniquilar al padre, pero yo, que no me considero koolhaasiano, creo que su pensamiento cínico termina haciendo mucho daño a la arquitectura. La generación de herederos de Koolhaas -que nosotros denominamos 'generación Rem 2.0'- como Alejandro Zaera, MRVDV o UN Studio, y la generación inmediatamente posterior y que adopta esos conceptos y postura koolhaasianas abocan a un momento terminal, por su total ausencia de compromiso ético, su irresponsable banalidad teórica y su tendencia estética feísta. Las alternativas de Koolhaas, como la figura del arquitecto estrella e ideólogo-gurú, marcan más el agotamiento de una era más que el auténtico comienzo de otra.
Fredy Massad